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Escudo de la RASD

El gobierno saharaui condena las falacias del primer ministro marroquí ante la Asamblea General

Tiempo de lectura: 4 minutos

Bir Lahlou 27 de septiembre 2020

Ante la declaración que hizo ayer el jefe del estado de ocupación marroquí durante el debate de la Asamblea General de Naciones Unidas, que no trajo nada nuevo, ni en su contenido ni en su forma, pero llegó a hacerse eco del mismo discurso caduco, con más intransigencia y desafío, en contra la legitimidad internacional y las decisiones de Naciones Unidas y la Unión Africana. En su lógica de expansión y ocupación.

El gobierno de la RASD condena en los términos más enérgicos las mentiras y falacias expresadas en la declaración del jefe de gobierno del Estado de ocupación marroquí. Su primer objetivo es intentar engañar a la comunidad internacional sobre la naturaleza jurídica del problema del Sáhara Occidental mediante lecturas selectivas y fragmentadas de las resoluciones del Consejo de Seguridad para engañar a la opinión pública con algunas percepciones e ilusiones que no existen. Está solo en la imaginación del sistema expansionista marroquí. 

También condena enérgicamente la distorsión de los hechos en la citada declaración sobre la naturaleza del conflicto marroquí-saharaui, que no es más que un viejo capítulo de la política de difamación y victimización ajena, hábito al que solía recurrir el régimen marroquí para ocultar sus fallas y su complejo de inferioridad inherente y seguir distrayendo su opinión interna. Sobre lo que sufre de una profunda crisis estructural.   

El tema del Sáhara Occidental es un caso de descolonización registrado en la agenda de la Asamblea General de Naciones Unidas desde 1963, en reconocimiento al derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación e independencia de acuerdo con la Resolución 1514 de la Asamblea General de Naciones Unidas relativa a la declaración de concesión de la independencia a los países y pueblos colonizado.

Para que el pueblo saharaui ejerza su legítimo derecho a la autodeterminación y la independencia a través de un referéndum libre, justo e imparcial, el Consejo de Seguridad, bajo su autoridad, estableció la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) en abril de 1991 sobre la base de la aceptación por las dos partes en el conflicto, el Frente Polisario y Marruecos, del Plan de arreglo que presento las Naciones Unidas junto con la Organización de la Unidad Africana.

Toda la comunidad internacional da fe de la obstrucción por parte del régimen de ocupación marroquí de todas las etapas de la implementación del Plan de arreglo de la ONU en África desde el principio, luego su rechazo al referéndum de autodeterminación y su participación en intentos desesperados de aprobar algunas soluciones sospechosas que originalmente nacieron muertas solo porque temen que la gente diga Saharaui, la última palabra para confirmar su legítima elección nacional, que anunció al mundo entero el 27 de febrero de 1976 al declarar el establecimiento de la RASD como encarnación de la voluntad de nuestro pueblo por la libertad y la completa independencia.  

Ha llegado el momento de que el régimen marroquí se dé cuenta de que ni él ni nadie que esté detrás de él puede hacer retroceder la rueda de la historia, ya que la República Saharaui es una realidad nacional, regional e internacional irreversible, que obligó al estado de ocupación marroquí a sentarse bajo el techo de la Unión Africana después de que Marruecos firmó y ratificó.

 El Acta Constitutiva de la Unión Africana, sin reservas, registrando así su reconocimiento formal de los principios básicos de la Unión, incluido el respeto a las fronteras existentes al lograr la independencia y abstenerse del uso de la fuerza o amenaza de uso entre los Estados miembros de la Unión. En consecuencia, lo expresado en la declaración del régimen marroquí no fue más que una voz de cacofonía que no podrá ocultar el eco de las contundentes declaraciones realizadas por varios jefes de Estado y de gobierno durante el debate general de la Asamblea General de Naciones Unidas para expresar su firme y duradero apoyo al derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación e independencia y a la demanda de Naciones Unidas El Consejo de Seguridad hará más esfuerzos para poner fin a la ocupación ilegal marroquí de partes del Sáhara Occidental.

La terquedad de la declaración del régimen de ocupación marroquí ante la Asamblea General de las Naciones Unidas demuestra una vez más que no tiene voluntad de cumplir con las decisiones de las Naciones Unidas y la Unión Africana sobre la necesidad de llegar a una solución pacífica, justa y duradera al problema de la descolonización del Sáhara Occidental, última colonia de África, y por tanto La persistencia de este régimen en el rechazo de una solución pacífica es una grave amenaza para los esfuerzos de las Naciones Unidas y un gran desafío a la autoridad del Consejo de Seguridad, que debe asumir su plena responsabilidad por el mantenimiento de la paz y la seguridad en la región. En este contexto, el gobierno de la RASD afirma que el estado de ocupación marroquí no se habría atrevido a persistir en su obstinación y rebelión contra la legitimidad internacional si no fuera por el apoyo explícito que recibe de algunos partidos internacionales, especialmente Francia, que también es responsable de lo que puedan conducir las acciones del régimen. Las imprudentes consecuencias marroquíes pueden llevar a toda la región a una mayor tensión e inestabilidad.