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Cristina Pereda

El derecho a decidir del pueblo saharaui

Tiempo de lectura: 3 minutos

Publicado en Gente en Cantabria el 01/04/2022

Manifestar la sorpresa y el desacuerdo con la aceptación de la propuesta marroquí de conceder un estatuto de autonomía al pueblo saharaui para poner fin a una injusticia de casi cinco décadas, que ellos mismos han perpetrado y lo siguen haciendo, es lo que procede y manifestar igualmente la indignación ante la aceptación de la misma por el Gobierno de España que preside Pedro Sánchez que la considera “seria, realista y creíble”, además de entristecerme me enoja y me supera. Que el acuerdo propuesto es bueno para Marruecos no lo pongo en duda, de la misma forma que tampoco pongo en duda que es nefasto para el pueblo saharaui y aún voy más allá, sería, de darse, igual de nefasto para España. Creer en la palabra dada por Marruecos es hacer un acto de fe sin precedentes o ¿alguien puede pensar que son de fiar?

Al margen de estas consideraciones que a todas luces son obvias están los argumentos de peso que lo hacen inviable, como inviable fue lo manifestado por el presidente Zapatero en la misma dirección. Si algo está claro es que el conflicto debe solucionarse en el marco de Naciones Unidas que reconoce el Derecho de Autodeterminación mediante la celebración de un Referéndum, algo que viene avalado por más de 60 resoluciones de la ONU, por el Parlamento Europeo, por numerosos gobiernos de la Unión Africana y alguno más latinoamericano, además de lo manifestado por la Audiencia Nacional de España que, en 2014 y presidido por Grande Marlaska, dice que España sigue siendo la potencia administradora.

Conozco muy bien la trayectoria del Frente Polisario y del Pueblo Saharaui, su sufrimiento, renuncia de todo tipo, disposición, exilio, esto en el mejor de los casos en los campos de refugiados de Tinduf en el desierto argelino, pero no se puede obviar ni olvidar la situación de tortura, violación, persecución… de la población saharaui en los territorios ocupados y reconocido esto, no cabe otra que hacer lo del avestruz o suscribir las palabras de los que consideran una sin razón, por calificarlo suavemente, lo aceptado en una carta que ha filtrado Marruecos y que a fecha de hoy sigue sin ser explicado pero que, a priori y sin conocerlo, dudo mucho que pueda tener el más mínimo sentido al abandonar la neutralidad que hasta ahora se había mantenido colocándonos como país fuera de los principios de legalidad internacional.

Estamos ante un chantaje intolerable de Marruecos que no tiene el más mínimo escrúpulo en utilizar la inmigración para sus propios fines y que con sus hechos califica a una monarquía dictatorial capaz de todo. Baste como ejemplo las imágenes de los chicos marroquíes lanzados al agua para presionar al Gobierno español, algo que me lleva a preguntarme qué puede ser lo siguiente, pero cuidado, no confundirse, sería lo siguiente aún con la aceptación de algo que sólo compete a la población saharaui y es decidir cómo quiere vivir.

Conviene recordar la decisión de Tribunal de Justicia de las CE en la que anula los acuerdos de asociación y pesca con el Reino de Marruecos por vulneración de las leyes internacionales.

Termino poniendo en valor que, generación tras generación, quienes han venido viviendo de la cooperación internacional, con las estrellas arriba y un suelo de arena pedregosa debajo, no se merece el trato dispensado a hurtadillas por quien tiene la responsabilidad de velar por aquellos a los que abandonamos a su suerte en su momento y los dejamos en manos del dictador marroquí; por suerte son muchos, somos muchos, los que vamos a estar posicionados al lado de la legalidad internacional y de un pueblo que pese a todo nos quiere y nos reconoce. Somos muchos, sí; sindicatos, asociaciones, jóvenes, no tan jóvenes, intelectuales, artistas, sociedad civil, partidos políticos y un largo etcétera en donde también estamos socialistas comprometidos con la causa saharaui que recordamos cómo en nuestros congresos coreábamos “Polisario vencerá” mientras formaban parte de las delegaciones hermanas, algo que están demostrando ya las declaraciones firmadas por los distintos intergrupos parlamentarios de apoyo a un pueblo al que no vamos a dejar tirado al tiempo que pido que aquellos que hasta ahora JAMÁS les ha importado lo que pudiera pasar al pueblo saharaui se abstengan de utilizarlo en su propio beneficio, algo que ya he podido constatar. Tampoco para ellos vale todo.

Cristina Pereda Postigo
Exdiputada socialista y Exrepresentante de los Intergrupos Parlamentarios de Apoyo al Pueblo Saharaui