La activista saharaui Sultana Jaya ha vencido al coronavirus, con el que fue infectada intencionadamente por policías marroquíes, y ha vuelto a su lucha: enarbolar la bandera de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) desde la azotea de su casa, en la ciudad saharaui de Bojador, a la vista de la policía marroquí.
En un mensaje grabado, dice que está dispuesta a todo: “No me van a doblegar, seguiré en mi lucha hasta el final, aunque muera. Si estoy viva, será una vida digna”. Es su mensaje a la ocupación marroquí.
Sultana y su hermana Um–Almumnin fueron contagiadas el 22 de agosto, en un asalto a su casa de los agentes marroquíes que desde el 19 de noviembre de 2021 vigilan y asedian el domicilio de la familia Jaya. La COVID-19 afectó especialmente a Sultana y la familia y allegados temieron por su vida: perdió el gusto y el olfato, tenía fiebre alta, fuertes dolores de cabeza, vomitaba lo que comía, no podía dormir y por la mañana se asfixiaba.
En el tiempo en que Sultana ha estado enferma, Louaara, otra de las hermanas Jaya, ha mantenido visible la bandera saharaui todas las tardes, durante alrededor de una hora, como hacían antes de la infección; desde el 27 de septiembre las dos vuelven a estar juntas ondeando la enseña saharaui.